USB personalizados. Memorias externas que quedan en tu memoria interna

Si hay algo que prima en marketing digital es la originalidad. Si bien no te garantiza el éxito, la ausencia de ella te destina al fracaso. Con la cantidad de mensajes que se lanzan al día, cada vez es más difícil no sólo llamar la atención del usuario sino conseguir que este nos recuerde. Un buen lema no es suficiente. Una buena imagen es esencial, pero no garantiza nada. Hay que perseguir la sorpresa o no encontraremos lugar en la memoria del consumidor. Y más en los tiempos que corren, que no sé la vuestra pero mi retención de información está más limitada que nunca. Lo achaco a la edad (no lo niego) pero también a una profesión que requiere atender a multitud de microtareas y manejar una elevada cantidad de información, datos, contraseñas… a lo largo del día. Estoy en un momento de mi vida en el que «si no lo apunto en la agenda, no me acuerdo». Es así.

Inmersa en estas reflexiones y en permanente búsqueda de la originalidad, me encontré hace unos días con el tema de la innovación en USB personalizado para publicidad. De entrada me llamó la atención porque pensaba que con el uso de la nube y la digitalización de los datos, ya cada vez usábamos menos los tan sufridos pendrives. Pero nada más lejos de la realidad. Las cifras de venta son elevadas (de hecho, son el único producto de electrónica que, junto con los televisores, han crecido en ventas en el último año).  Y es cierto. Si lo piensas un poco tiene sentido. Yo misma tengo USBs repartidos entre mis bolsos, cajones…

Es más. Si bien puede parecer que la omnipresencia de la nube es enemigo del pendrive, no es así. De hecho, se comercializan USBs personalizados que suben automáticamente a la nube todo el contenido que se le añade. Un seguro anti pérdida de documentos que hará las delicias de aquellos desconfiados de lo digital (seguro que muchos aún imprimís los billetes pudiendo llevarlos al aeropuerto en el móvil, verdad?).

Junto a esta innovación más técnica, me he encontrado otras muchas que responden a la necesidad de esa originalidad que comentaba más arriba. La impresión 3D también es tendencia en el mundo de los USB para uso comercial, que se modelan con los motivos del producto o servicio que vende la empresa. Y más allá de la publicidad, el pendrive personalizado incluso se entrega como recuerdo con las fotos de boda, o como álbum digital tras un viaje inolvidable ( ¡Qué ganas de Londres!):

Son sólo algunos ejemplos que me han llamado la atención. Los he encontrado en la página USBPersonalizado. ¿Cuál es el USB más original que ha pasado por tus manos?